lunes, 3 de enero de 2011

Calar de la Sima y Estrecho del Diablo


Buenas…
Año nuevo, nueva montaña. Uno de los propósitos que me he marcado para el 2011 es dedicarle más tiempo a andurrear por las montañas de Albacete, actividad que en los últimos tiempos, por diversas circunstancias, la mantenía más o menos en segundo plano, o tercero. Pero esto se ha acabado, necesito ver montañas, caminarlas. No hablo de subir cimas, de llegar más alto o más lejos, si no de contemplarlas, de sentir como te rodean, de respirarlas, y también de sufrirlas. Así que seguramente por aquí abunden más rutas por montañas que jornadas de anillamiento, aunque intentare manejar mi tiempo para no dejar una cosa por la otra.
Como ya anuncie en una entrada anterior el 2011 lo iba a empezar en la montaña, en el Calar de la Sima, y aunque sabía que por las fechas lo más normal hubiera sido irme para allá solo, al final tuve la fortuna de que me acompañaran los hermanos Juan y Ángel Camacho, y Teresa de Miguel.
Había fecha para ir (2-1-2011), había gente y había ánimos, así que solo había que ponerse en marcha, y así hicimos, pero olvidándonos de hacer una cosa que no suele faltar en estas cosas, que forma parte del ritual para ir al campo, y que quizás tenga que ver con cosas que pasaron a lo largo de la jornada, que no la amargaron, pero si la deslucieron. CHOCOLATE CON CHURROOOOOOS!, nos faltaron los churros, la próxima vez no se sale de Albacete sin desayunar chocolate con churros.

Salimos de Albacete a eso de las 7:30 a.m. con algo de niebla y el cielo cubierto, pero no parecía que fuera a llover. Viaje largo por delante, pero se hizo corto por la compañía. Llegamos a Yeste, desde ahí cogimos la carretera que va a la aldea de Los Prados, y poco antes de llegar a ella dejamos el coche para ponernos a andar por fin. El cielo estaba feote, pero comenzamos a andar con alegría por el barrizal que dejo al fundirse la nieve que había caído días antes. Pasamos junto al cortijo de Prados Altos siguiendo la pista que viene de la Moheda y que nos lleva primero a la Peña de la Cabeza, curioso pedrusco con forma de cabeza que parece vigilar el “Hueco de Tus” y el cercano Calar del Mundo. Desde aquí, hasta que tomamos la curva que nos lleva paralelos al arroyo de Collado Tornero hasta lo más alto del Calar las vistas son increíbles de esos que uno contemplaría extasiado durante horas, aunque rincones de estos hay por aquí unos cuantos. Delante de nosotros queda el Calar del Mundo flanqueando al norte el enorme fondo de cazuela que es el “Hueco de Tus”. Se distinguen todas las aldeas de la zona, todas las cortijadas: Los Ruscas, Los Giles, La Tobica, Pedazuelo, Tus, etc, y bajo nuestros pies, muy debajo de nosotros, Collado Tornero, el ultimo núcleo de población de la provincia de Albacete por estas tierras limítrofes con Jaén. Sin embargo no podemos ver las cumbres del Calar, las nubes nos lo impiden. Pero hay que seguir andando, apenas lo hemos hecho y aun quedan kilómetros por delante.
Continuamos por el camino que cada vez se empinaba mas apuntando hacia la cima del Calar (1897 metros), cima que no veíamos, pero que intuíamos entre las nubes. Por el camino hemos visto u oído algún pajarico, no muchos, pero Mirlo Común (Turdus merula), Capiblanco (Turdus torquatus), Arrendajo (Garrulus glandarius), Escribano Montesino (Emberiza cia) y Soteño (Emberiza cirlus) y un Cernicalo Vulgar (Falco tinnunculus) manifiestan su presencia.Cuando llevábamos 3,5 kilómetros recorridos el camino se bifurca (cerca de un cuco), esta señalizado convenientemente, hacia el norte a Pradomira y Estrecho del Diablo, hacia el oeste a la Sima, al lugar que da nombre al Calar. Vamos hacia la Sima, comemos algo, nos tapamos porque aunque ligeramente comienza a llover, y tras algo menos de 2 kilómetros y algún repechito llegamos a la Sima. Llegamos, hicimos un par de fotos, y rápidamente nos dimos la vuelta porque empezó a llover con más fuerza, y en algún momento hasta a granizar, granizos de esos finos que pinchan la cara como si fueran alfileres, así que nos quedamos con las ganas de explorar detenidamente el lugar, pero ya habrá tiempo más adelante para hacerlo. Llegamos de nuevo al punto donde se bifurcaba el camino y tomamos rumbo a Pradomira, para coger luego el camino de los Voladores y asomarnos al Estrecho del Diablo, justo frente al lugar donde estuvimos 7 días antes, Peña Marranera. Las vistas que tenemos son impresionantes, justo enfrente algunos de los apéndices que tiene al sur el Calar del Mundo, El Puntal de la Escaleruela y el del Caballo, da la impresión como si de un salto pudiéramos llegar al otro lado de lo cerca que esta. Abajo del todo esta el rio Tus, pero que muy abajo. A la derecha la sierra del Cuquillo, fácilmente identificable por la cantidad de encinas que tiene. Mas al fondo, los paredones bajo los que se encuentra el Aserradero de Tus.
Un Buitre Leonado (Gyps fulvus) sobrevuela nuestras cabezas, estamos en su territorio, el mayor número de parejas de esta especie en la provincia de Albacete se reproduce en esta zona. Tras perder de vista al Buitre y hacer fotos damos la vuelta, deshacemos el camino de nuevo en dirección a Pradomira donde antes se me olvido comentar habíamos visto Mitos (Aeghitalos caudatus), Herrerillos Capuchinos (Parus cristatus), Agateadores Comunes (Certhia brachydactyla)y Trepador Azul (Sitta europaea). Por aquí hay alguna rampa que a estas alturas de la jornada se pega más de lo normal, que se lo digan a Teresa, parece que le costó algo y al llegar ya al final me dedico algún piropo que hace referencia al macho de la cabra. He de decir que aguanto como una campeona, no se quejo mucho, nos ofrecio sus viandas, un pan que hace ella, una especie de alpiste y chocolate, y dijo tonterias, asi que contaremos con ella mas veces.
De todos maneras, salvo esta larga rampeja, lo que nos queda ya del camino de vuelta es casi todo cuesta abajo. Además ya no llueve, incluso parece que las nubes levantan algo y al llegar al trozo del camino que transcurren por el canchal vemos asomar frente a nosotros las cumbres del Calar del Mundo (Pico Calar, Viboreros y Argel) también el Puntal de la Encomienda y La Molata, donde tendré que ir pronto. Pasamos de nuevo bajo la Peña de la Cabeza, nos despedimos de ella, yo le digo hasta pronto, y ya recorremos el último tramo hasta llegar al coche. Un Cuervo (Corvus corax) también se despide de nosotros con su áspero graznido.
Llegamos al coche, nos quitamos las botas, descansamos los pies y ponemos rumbo a Yeste. Detras quedaban 14,5 kilometros por una de las zonas mas bonitas de Albacete, 600 metros acumulados de desnivel subidos, y pendientes de casi el 30%.
Antes de llegar a esta localidad vemos un Gavilán (Accipiter nisus) posado sobre un poste de tendido telefónico. Propongo hacer alguna parada mas para pajarear algo, vamos más de tiempo, pero lo que parece que no hay es fuerza en alguno de los miembros de la expedición, así que tras parar un rato en Hellín a tomar un café salimos zumbando para Albacete poniendo fin a la jornada.
Espero que no os haya aburrido la crónica, pronto habrá más.
Saludicos.















2 comentarios:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=YW8p8JO2hQw&feature=related

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  2. Pues sin duda el sitio no puede ser más alucinante. Me encantan las fotos, supongo que estar en directo debe ser aún más espectacular, así que habrá que ir a ver esa maravilla un dia de estos. Por cierto el comentario anterior también era mío, se me ha pasado poner el nombre, lo siento.
    NONI.

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