domingo, 27 de septiembre de 2009

Por el Calar del Mundo (Siles)


Buenas…

Ayer tenía pensado ir a anillar a Los Nuevos, pero viendo el pronóstico del tiempo decidí adelantar la salida serrana del Domingo no sea que la lluvia la fastidiara. La cabra siempre tira al monte, y para la sierra que me fui.

Si las últimas salidas serranas habían tenido como objetivo el Calar de la Sima, esta vez iba ser el Calar del Mundo. Principalmente recorreríamos tierras de Jaén, del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, el mayor espacio natural protegido de España con más de 200.000 hectáreas. También andaríamos algo por nuestro Parque Natural de Los Calares del Mundo y de la Sima, pero casi todo nuestro itinerario transcurrió por tierras jienenses.


Salimos de Albacete Juan Carlos Pastrana, Jesús Arribas y yo mismo rumbo a Siles (Jaén), lugar de partida de la ruta del día. Una vez ahí cogimos la pista que de la parte alta del pueblo sale en dirección a Pozo Romero. En el mirador del Portichuelo hacemos una parada para observar las magnificas vistas que tiene el lugar. Este es el punto de inicio del PR-A78, un largo recorrido circular por la parte más alta del término de Siles que íbamos a recorrer en parte. Desde aquí seguimos unos kilómetros más en coche, las pista esta perfecta, hasta que a la derecha sale el camino que lleva a los Calarejos. Desembarcamos en el coche con una ganas enormes de patear la parte alta del Calar del Mundo, y después de ponernos las mochilas, los prismáticos, y cámaras de fotos, me doy cuenta de que la mía no aparece por ningún lado, desmonto el coche dos veces, vacio la mochila otras tantas, y queda claro que la cámara no estaba ahí, y que como la había usado en el mirador del Portichuelo, ahí me la debí dejar. Todos arriba del coche y salimos para allá a toda pastilla para ver si llegamos antes de que alguien pase por ahí. Llegamos, rebuscamos por la zona, vuelvo a vaciar el coche y la mochila, y ya rendido doy por perdida la cámara y anuncio que doy por finalizada la búsqueda y que volvemos arriba para ponernos a andar. Entonces, camino abajo, aparece un nativo y Juan Carlos le pregunta si ha visto por ahí una cámara de fotos, el hombre empieza a sacar de sus bolsillos la batería de repuesto, las dos tarjetas de memoria de reserva, y la cámara, le pregunto por la funda y dijo que la había tirado por ahí, que no le hacía falta, que cosa!. ¡En fin!, aliviado le doy las gracias y nos ponemos a buscar la funda que encontramos unos metros más arriba, ¡que bien!, jajaja, ¡que alegría más alegre!.

Volvemos con el coche al punto de inicio de nuestra ruta, y nos ponemos a andar, que es de lo que se trata. El camino es bueno, se puede andar con comodidad. Durante sus primeros kilómetros vamos andando entre pinos, aunque también asoma algún quejigo. Algunos Mitos (Aeghitalos caudatus), Piquituertos (Loxia curvirostra), Herrerillos Capuchinos (Parus cristatus), Carboneros Garrapinos (Parus ater), Trepadores Azules (Sitta europea) y Agateadores Comunes (Certhia brachydactyla) nos acompañan dándole música al bosque.

Conforme vamos ganando altura el paisaje se va abriendo, los árboles están cada vez más dispersos y retorcidos por el viento que aquí domina. Aparecen las plantas rastreras, hay mucho espino en los prados resecos y agrietados por la falta de lluvias durante los últimos meses. Pinzones Vulgares (Fringilla coelebs), Escribanos Montesinos (Emberiza cia) y algunas Tarabillas Comunes (Saxicola torquatus) y Norteñas (Saxicola rubetra) se cruzan por nuestro camino. El paisaje se va haciendo cada vez más duro, más agresivo, nos vamos adentrando en el Calar. Torcas y dolinas por todos lados, sumideros naturales que empaparan la esponja que es el macizo del Calar en unos meses, y que sudara en forma de decenas de fuentes y nacimientos de agua.

A partir de Pozo Romero el paisaje ya es desolador, la piedra campea por dondequiera que miremos, paisaje extraterrestre podríamos decir, ¡decimos!. Andar fuera del camino se hace difícil, la piedra esta suelta, cortante, una torcedura de tobillo aquí es fácil, la suela de las botas deben gritar de miedo cada vez que contactan con la piedra.

Caminamos hasta Peña Marranera, en el borde sur del Calar, frente a la mole del Calar de la Sima. Las vistas son tremendas, a pesar de que no hay buena luz el paisaje encoge, que pequeñitos somos aquí, ¡diminutos!. Estamos en la vertiente norte del Estrecho del Diablo, abajo esta el rio Tus, muy abajo, porque lo sabemos, si no imposible sospecharlo. A nuestra derecha el Puntal del Caballo, enfrente la Sierra del Cuquillo, el mastodóntico bloque del Calar de la Sima, el Mentiras en todo lo alto, muy muy al fondo la Sagra ya en Granada. A nuestra izquierda el Puntal de la Escaleruela, y el pico el Calar. Pasamos un rato observando y fotografiando montañas, viendo el ir y venir de los Buitres Leonados (Gyps fulvus), y de una hembrita de Cernicalo Vulgar (Falco tinnunculus).

El sitio es una pasada, es una pena, pero tenemos que empezar a dar la vuelta, aun hay cosas que ver, y buscar un lugar resguardado del fuerte viento para alimentarnos.

Deshacemos el camino, y nos desviamos un poco para ver un sitio curioso, “la plaza de toros”, una especie de tentadero en lo alto del Calar. Aquí comemos, y charlamos, y arreglamos el mundo, tenemos soluciones para todo, ¡qué fácil arreglamos la crisis!, jejejeje. Volvemos al coche rápidamente, llevamos ya 10 kilómetros andados, y aun tenemos que hacer otros 6 si queremos visitar la Laguna de Siles, llegamos al coche y nos dirigimos al desvió que desde el PR-A78 nos lleva a este paraje.

Si a uno le gusta la fauna, y concretamente los herpetos, y esta por esta zona, no debe dejar de visitar este lugar. Nosotros lo hicimos, por si las moscas, ya que no son buenas fechas para ver estos bichos. De todas las maneras el lugar es muy bonito, merece la pena acercarse simplemente a respirar. La laguna tenis un nivel bastante bajo de agua, los pastos que la rodean están secos, con grietas por las que cabe una mano, ¡mucho a de llover!. Levantamos piedras buscando lo que queríamos buscar, pero nada, hormigas y mas hormigas, y algún escarabajo. Hasta que debajo de una apareció una Lagartija Ibérica (Podarcis hispanica) que fue imposible fotografiar, ¡menuda velocidad!. Bajo otra piedra apareció por fin una de las joyas herpetológicas del lugar, un hermoso y pequeñajo ejemplar de Tritón Pigmeo (Triturus pygmaeus). En esta zona se ven muchos, pero solo pudimos encontrar este ejemplar. En cuanto pajaricos y no tan pajaricos, unos Buitres Leonados y Cuervos (Corvus corax) por el cielo, y Mosquiteros Musicales (Phylloscopus trochilus) y una Focha Común (Fulica atra) en la lagunica.

Voy dando por concluida la jornada, pasaron muchas cosas más, sobre todo muchas vivencias, anécdotas, chistes, gracias y demás que hicieron memorable el día. Estáis invitados a compartir con nosotros estas jornadas de campo.



Tarantula con sus crias acuesta

Tarantula con sus crias acuesta





Pico Calar (1631 metros)

Al fondo el Calar de la Sima, y su cima, el Mentiras (1897 metros)















Peña Marranera (1485 metros)

El Cambrón (1549 metros)

Escarabajo pelotero

Espino Segureño (Crataegus laciniata)

Grillo de matorral

Laguna de Siles

Plaza de Toros

Siles

A la izquierda el Calar de la Sima, derecha sierra del Cuquillo, en medio el barranco del arroyo del puntal del Avellano

Estrecho del Diablo

Tritón Pigmeo (Triturus pygmaeus)








2 comentarios:

  1. Soy de Siles y me ha encantado tu relato de una parte de mi tierra.

    Gracias.

    Jacinto López

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  2. Muchas gracias!, tienes suerte de ser de ahí!. Pronto volveré por esas tierras!

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