martes, 24 de noviembre de 2015

Crónica excursión Laguna y Estepas del Este de Albacete.

Buenas…
El pasado domingo 22 de noviembre ACTIOBirding tenía programada una excursión por las estepas y lagunas del Este de Albacete que me encargue de guiar.
Quedamos los participantes de la actividad a las 8:30am en Corral Rubio, con una “bonita” y “agradable” temperatura de 0ºC, ni frío ni calor, y una “ligera brisa” del norte, que auguraban una deliciosa jornada de pajareo. Por supuesto que hablo en tono irónico, hacia un frio del copón y el fortísimo viento hacia que la sensación térmica fuera de unos cuantos grados bajo cero.
Tras llegar todos al punto de encuentro nos pusimos en marcha, había ganas de ver “bichos”. Nada más salir de Corral Rubio avistamos un grupo de avutardas, pero como no podíamos parar en la carretera decidí dejarlas para después y nos adentramos por unos caminos donde se suelen dejar ver sisones y ortegas, pero sin éxito.
El frio y viento recién llegados nos dificultaron ver aves durante todo el día. Observar con telescopio misión
avutardas, foto del día 17
imposible, el viento lo tiraba, mirar por los prismáticos y hacer una foto enfocada también era misión heroica, y ya solo el hecho de ver algo, a mi por ejemplo me caían unos lagrimones como melones, y no era precisamente de alegría ni emoción. Además las aves estaban desordenadas, con lo bien que las tenia ubicadas la pasada semana, el viento las había hecho refugiarse entre la vegetación y localizarlas se hacía harto difícil.
Aun así sorprendimos un grupo de avutardas que se guarecían tras unas viñas en espaldera volando hacia una zona más segura, pasaron frente a nosotros desafiando a Eolo en un vuelo errático nada habitual en esta pesada ave. Seguimos pisteando, y nos dirigimos hacia el grupo de avutardas que localice a primera hora. Pero no estaban donde las vi, se habían desplazado más al oeste, y de repente aparecieron volando sobre nosotros sin darnos tiempo a hacer más que unas pocas fotos. Un tractor lejano fue el motivo
de que salieran volando asustadas, y no fueron volando mucho mas allá, pero decidí dejarlas tranquilas, volar supone un gasto energético brutal para estas aves, y en condiciones como las del domingo mucho mas.
Así que nos dirigimos a ver acuáticas a la laguna de Baños de San Jose, donde la pinada que hay junto a la carretera podría cortarnos algo el viento y dejarnos ver los patejos que por ahí se movían. De camino a ella un aguilucho pálido. No sé si pasara en otras zonas, aquí de momento las acuáticas invernantes no se están dejando ver mucho, por ejemplo, aun no he visto ánades silbones o rabudos, y cercetas comunes en pequeña cantidad, como patos colorados. A ver si el frío hacen que bajen mas. Aun así vimos porrones comunes, cuchara común, ánade azulón, ánade friso, focha común, gallineta común y zapullín común. Y tiros a lo lejos se dejaron escuchar, si ya
cuicharas y porrón común, foto del día 17
el día se presentaba difícil por las condiciones meteorológicas, la presencia de cazadores dificultaría más el ver aves.
Volvimos a Corral Rubio, y ahí decidimos hacer una parada técnica para almorzar y recuperar algo de la temperatura corporal perdida hasta entonces. Cafes, bocatas, tostadas con aceite y buena conversación, informándonos de las novedades ornitológicas de la semana, y en un ratejo vuelta a ponernos en marcha para acercarnos a Hoya Grande.
La laguna no tiene protección alguna para el observador de aves, bueno, ni para ellas mismas salvo un tenue cinturón de vegetación en su mitad sur, la norte totalmente expuesta, y las aves justo en la otra orilla, a sotavento, intentando protegerse del aire. En cuanto acuáticas prácticamente lo mismo que en Baños de San Jose, mas avefrías, aguiluchos laguneros y un par de gaviotas sombrías (a lo lejos creo que había una patiamarilla).
Seguimos pisteando, mirando en majanos en busca de mochuelos que ese dia no aparecían, estarían calentitos en casita. Vimos más avutardas, un grupo lejano en un sitio habitual al que luego nos acercaríamos para intentar ver algo más cerca. De todas maneras paramos un poco a observarlas, eran todos ejemplares macho, como los que habíamos visto antes, y como los que veríamos después. Junto a los coches, en un campo recién sembrado lavanderas blancas se alimentaban. No muy lejos un grupito de avefrías.
En la laguna de Casa Higinio una garza real apostada en la orilla intentaba guarecerse del viento, o buscar camuflaje, delante de la vegetación. Algunos azulones azulones acompañaban a la garza en esta laguna. Volvimos a Hoya Grande, por el otro lado, a ver si desde esa zona podíamos ver algo más, y de camino vimos las avutardas que habíamos visto poco
milano real y halcón peregrino
antes desde el otro lado.
No tuvimos de nuevo suerte con los patos en Hoya Grande, pero según llegamos por este lado apareció un milano real, y poco después otro, y al momento, como un rayo, un joven halcón peregrino que los estuvo acosando violentamente hasta que los expulso de la zona. El milano real es un invernante escaso en Albacete, no habrá más de 200 ejemplares (solo una pareja reproductora), y casi todos están al oeste de la provincia. Pocos se ven en al Este, así que tuvimos suerte, disfrutando además del bonito espectáculo que nos ofrecieron.
Según íbamos recorriendo caminos en los márgenes de los mismos vimos algún colirrojo tizón, también alguna tarabilla europea, y norteñas. Pero lo más curioso fue la cantidad de cernícalos vulgares que vimos. Los cernícalos, ligeros ellos, tenían el domingo un día difícil para volar, así que
se dejaban ver en posaderos, incluso posados en los caminos, o en la vegetación de las cunetas. La verdad es que fueron una de las grandes atracciones del día, puesto que se dejaron fotografiar muy cerquita. Los vimos manteniendo con dificultad el equilibrio en habituales posaderos, cernidos desafiando el viento que en algunos momentos debió superar los 40 km/h, y cazando. Cazando a la carrera, como un pequeño dinosaurio, fue curioso verlos corretear por el campo tras algún saltamontes, y también capturar caracolillos.
Ya pasado el medio día pusimos rumbo a Pétrola, más cernícalos, y más avutardas, algún grupo visto bastante cerca. A lo lejos divise un grupito de grullas, 7 ejemplares. Pero estaban lejos, así que decidí ir hacia la carretera desde la que tendríamos mejor visión. Pero al llegar a ella se habían alejado algo más, y habían desaparecido 4 de las grullas.
De ahí nos fuimos derechos a Pétrola, y antes de intentar ver algo, nos metimos en el observatorio de aves y comimos resguardados del viento. El agua esta superpicada, parecía el mar más que una laguna, y los patos como era de esperar, en la orilla opuesta, a sotavento, intentando
protegerse del viento. Tras comer nos acercamos a la playa, y vimos un andarríos chico. También un joven flamenco, que estaba en la orilla, y al vernos se fue navegando como un pato, pero nada más. Esa zona es seguramente la más expuesta de la laguna al viento. De camino a la charca formada por las aguas de la depuradora de Pétrola, junto a la laguna, decenas de agachadizas comunes salían volando como misiles a nuestro paso, solo una se poso en una charca cercana y nos dejo fotografiarla a placer. Cerca, un par de jóvenes flamencos uno de ellos con un ala rota, seguramente a causa de la granizada que en agosto cayó en la laguna y que acabo con la vida de, entre otras especies, mas de 300 flamencos. Por el camino cruzaban como bólidos gallinetas comunes de un lado a otro. Y en la charca de la depuradora se dejo ver durante unos segundos un calamón.
Tras Pétrola, mi idea era echar un vistazo en Horna, donde había visto alguna malvasía pocos días atrás. Pero como hacía mucho viento, y anochece antes, decidimos irnos hacia Ontalafia. La laguna de Ontalafia ya lo he comentado en algún momento es privada, eso según veo yo, tiene un aspecto malo, y otro bueno (habrá más en uno y otro sentido). Esta vallada, y las aves quedan lejos de los pocos puntos que hay para observarla, pero al menos están tranquilos. A lo lejos vimos sobre todo cucharas, muchos, navegando en grupos, en círculo, alimentándose. Entre la vegetación perilagunar asomaba alguna malvasía cabeciblanca. Además zampullines cuellinegros y comunes, un grupito de gaviotas reidoras. Sobrevolando la laguna y los campos que la rodean numerosos aguiluchos laguneros.
Aunque ya era tarde, y las temperaturas bajaban, al menos la sierra de Ontalafia nos protegía del viento y este no molestaba demasiado. Pasamos más tiempo mirando hacia la sierra, que a la
laguna, esperando ver alguna de las estrellas del paraje. Y no tardo en aparecer, en seguida alguien aviso de que había dos águilas sobre la sierra, mire para allá, y efectivamente, algo, arriba volaba un juvenil de águila real, y abajo, un pajizo de águila imperial ibérica. Las perdimos enseguida. Pero poco después, apareció otro pajizo de imperial, seguramente el mismo.
A eso de las 5:00pm más o menos pusimos fin a la jornada, había que volver a Corral Rubio a dejar a la gente, que aun tenía un largo camino hasta sus casas valencianas y alicantinas. Llegando ya a Corral Rubio, con las ultimas luces del día, un mochuelo sobre un majano. Y nosotros, tras despedirnos, esperando volver a vernos en otras de estas, nos fuimos cada uno, como mochuelo a su majano.
Agradecer la confianza que depositaron en ACTIOBirding a Javier padre e hijo, a Guillermo, a Miguel Angel, a Pilar y Pedro (me parece que se me olvido el nombre, jeje), y a mi amigo y tocayo Rafa Martinez por acompañarnos un rato largo. Las fotos que ilustran las crónicas son mías, de ese mismo día, y algunas del día 17 (no hice el domingo de patos, indicare las hechas esa día) y de Miguel Angel Berbegal, que amablemente las cede.
Y creo que esto es todo, hasta otro rato. Chauu…














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