jueves, 19 de enero de 2012

Vuelta al Nido

Buenas…

Esta mañana me he dado un paseo por Mi Nido. Llevaba tiempo sin ir por ahí, no sé porque, es como mi casa. Ahí di mis primeros pasos pajareros, lo poco que se de aves empecé a aprenderlo ahí, algunos de mis mejores momentos ornitológicos han pasado ahí. Y yo, desagradecido, había dejado mi origen por nuevas zonas ornitológicas. La vuelta al hogar ha sido bonita, muy especial, en vez de recibirme de morros, o darme un pescozón, me ha recibido con los brazos abiertos, y me ha dado lo mejor que me podía ofrecer hoy.
El día despertó fresco hoy, 3 graditos bajo cero cuando comencé a andar. Sin embargo no había viento, el sol ya se asomaba al vallejo que guarda el hogar y daba gusto pasear.
Ruido de rocas que caen al poco de comenzar a andar, miro y un rebaño de cabras montesas Capra pyrenaica, abundantes en la zona. Al volver una curva, dos jóvenes ciervos Cervus elaphus salen corriendo monte arriba asustados por mi presencia.

Varios grupos de familiares de mitos Aeghitalos caudatus se turnan escoltándome a lo largo del camino. Varias parejas de carboneros comunes Parus major y garrapinos Parus ater se persiguen y reclaman como si fuera ya primavera. Oigo trepador azul Sitta europaea, pero no logro verlo. Tampoco veo a la curruca rabilarga Sylvia undata, y al agateador Certhia brachydactyla, aunque los oigo, se que están ahí. Mogollón de petirrojos Erithacus rubecula, y algunos bandos importantes de pinzón vulgar Fringilla coelebs, busco entre ellos alguno real Fringilla montifringilla, pero no, no hay suerte.
Veloz remonta el rio un mirlo acuático Cinclus cinclus, y en lo alto de un risco el roquero solitario Monticola solitarius, muy chulo posa como si fuera el dueño del lugar, jeje, ¡que iluso!.
Una enorme hembra de azor Accipiter gentilis remonta cerca del nido, es grato saber que sigue en

el hogar, las cosas no cambian, el hogar esta casi como lo deje la última vez que estuve.
Paso cerca del centro del hogar, del Nido. Intento localizar a los dueños, me sabría mal pasar por casa y no verles, no poder saludarles. Pero no están, y en la casa no se ve leña nueva, igual este año no usan el nido, hartos ya de molestias, de los gaseoductos, de las líneas eléctricas y de los Parques Eólicos que la administración ha permitido colocar en su territorio. La verdad es que me pregunto cómo no han dejado la zona hace ya años, incluso como son capaces de haber sobrevivido, rodeado de aspas que podrían destrozarlos en cualquier momento. ¡¡Son héroes!!.
Toca regresar, aunque tengo que desandar lo andado, no es lo mismo. No me aburro, repiten algunas caras nuevas, pero aparece gente nueva. Unos cuantos escribanos soteños Emberiza cirlus, zorzal común Turdus philomelos, jilgueros Carduelis carduelis, herrerillo común Parus caeruleus, totovía Lullula arborea. Me parece escuchar escribano cerillo Emberiza citrinella, pero no soy capaz de localizarlo. Tamborilea el picapinos Dendrocopos major.
En el barro encuentro el rastro reciente de un tejón Meles meles, de algún conejo Oryctolagus cuniculus, y otros rastros menores que no se identificar.
Decido sentarme un rato, algo alejado del camino para evitar molestias, pero en toda la mañana no he visto un ser humano por la zona.
Entre unas zarzas se mueve un acentor común Prunella modularis, le sigo con los prismáticos, maravillado al ver la facilidad con la que se mueve por la maraña de espinas. Y oigo un reclamo, y luego otro, y veo dos sombras. Miro al cielo pero el sol me deslumbra, creo que se quien había gritado, pero no lo veo. Al poco mis ojos se recuperan, ya no veo lucecitas, y frente a mí, ahora sí, veo a los dueños del Mi Nido.
Ahí está la pareja de perdiceras, de águila-azor perdicera Hieraaetus fasciatus que regenta el que yo llamo Mi Nido, que es suyo. Por aquí hay también una pareja de imperiales Aquila adalberti, otra de reales Aquila chrysaetos, pero no, aquí el bacalao lo cortan las perdiceras, el orden los establecen ellas.
¿Conocéis algún sitio donde críen águila perdicera, imperial, real, halcón peregrino Falco
peregrinus, águila culebrera Circaetus gallicus, calzada Hieraaetus pennatus, gavilán Accipiter nisus, azor, ratonero Buteo buteo, búho real Bubo bubo, cárabo Strix aluco, etc, que no tengan protección?. Ninguna, ni la mas mínima. No interesa además protegerla, ¡es una pena!.
Las perdiceras pasan un largo rato posadas, a una la veo bien, de la otra apenas veo la cabeza. La mas visible, mira a un lado y a otro, me mira a mi también, estoy bien visible, y no llevo además ropa precisamente discreta, desapercibido no voy a pasarles desde luego. Pero les da lo mismo, yo creo que al menos la hembra me conoce. He pasado mogollón de horas delante de su nido, controlándolo, por trabajo en su día, también por simple afición, o devoción. El macho solo lleva en el territorio unos dos años, el anterior, herido en una pata, desapareció.
Después de estar un largo rato posadas, deciden volar, las dos saltan de sus posaderos al mismo
tiempo. La hembra toma altura, casi llego a perderla de vista, el macho sin embargo se va hacia un pino y lo pierdo. Al poco la veo salir con una rama en el pico, una rama grande, y la lleva directa a otro árbol. El pino esta en lo alto de un cerro, y no tengo buen punto de vista, pero no hay duda, está dentro. Le veo repetir la operación dos veces mas. Despues tras arreglarse el plumaje en lo alto de otro pino vuela, y vuela alto en busca de la hembra.
Las dos águilas se ponen a ciclear sobre mí, a hacer picados, a piar como locas. En algún momento las pierdo de vista, pero vuelven a aparecer. Jajaja, me lo estoy pasando en grande, flipo en colores, ¡¡que espectáculo más grandioso!!. No hay duda, están haciendo un nido, o arreglando uno antiguo. Siempre he sospechado que debían tener alguna plataforma mas, solo conocía un nido en un pequeño cortado, y como la zona no ofrece muchos cortados mas con cierto porte para albergar los enormes nidos de esta especie, parece que han buscado sitio en un nido.
¡Qué grande!, ¡que mañana más grande!. Hora y media he estado disfrutando de las perdis, ¡que hora y media más grandiosa, qué emoción!. He tenido experiencias ornitológicas magnificas, quebrantahuesos en los Pirineos (incluso en Albacete), a ves marinas en el Aula do Mar, el apoteosis en las islas de May y Bass Rock (Escocia), algunos mas. Pero esto es la releche. Horas después sigo emocionado y con una cosilla en el cuerpo que mola muchísimo.
Y ya está, espero no haber aburrido. Voy a seguir saboreando el dia.
Chauu.






1 comentario:

  1. Gracias por tu relato Rafa
    Algunos nos sentimos plénamente identificados con las sensaciones que comentas al disfrutar de este maravilloso espectáculo que nos brndan las perdis por esta época.
    Un saludo

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