Esta tarde he tenido una jornada de campo de lo más normal, sin búsqueda de aves raras, ni de números que agranden una lista de especies vistas. Me he dedicado a mirar y a escuchar, ¡ya está!. He buscado un lugar más o menos tranquilo y he dejado pasar el tiempo. Conforme pasaba la tarde, el sol se ocultaba tras un cerro y sus últimos rayos, tamizados por las leves nubes que adornaban el cielo me han regalado un espectáculo de colores fabuloso. Bandos de azulones abandonaban la laguna en todas direcciones buscando alimento, mientras las gaviotas patiamarillas entraban al dormidero, haciéndome creer por un instante que estaba en un puerto de mar. Un rascón alarmado se ha refugiado en el carrizal al que cientos de trigueros llegaban raudos buscando refugio nocturno. El trompeteo de 8 grullas que llegaban a la laguna me ha hecho volver la cabeza hacia atrás, descubriendo un zorro que recorría la orilla de la laguna, ni se ha enterado de mi presencia. Han pasado los minutos y las luces que han ido iluminando la tarde se han desvanecido dando paso al negro absoluto, solo roto por las luces alejadas del pueblo, y por el búho real que anunciaba la llegada de su momento.
¡¡Que sencillo todo, que natural, que hermoso!!
En "leer mas", mas fotos.
jueves, 8 de diciembre de 2011
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Preciosas las fotos Rafa, vaya colores! :)
ResponderEliminarveo que el domingo pasado tuviste un poco de estrés con toda la patulea pidiendo ver aves, pero lo hiciste de categoria, hoy has podido campear a tus anchas y de la forma que a todos nos agrada viendo lo que hay sin ningún reto que romper.
ResponderEliminarsaludos desde la vila joiosa.
¡Bonitas fotos Rafa! Cielos preciosos reflejados en la laguna. Saludos!!
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