Buenas…
De ahí me dirigí al meollo estepario de la ZEPA, pasando antes por una localización (tenía que pasar por ahí) que me había pasado Yanina Maggiotto de 17 grullas el pasado martes. Ahí estaban alimentándose tranquilamente en unos rastrojos. Como es jueves, y los jueves se caza, ya había gente armada por el campo, así que me fui rápido de esa zona no fuera que la grullas se inquietaran por mi lejana presencia, volaran, y pasaran delante de la línea de fuego de los amigos del tiro fácil.
Buenooo, pues ya sabemos que tenemos grullas por aquí, a ver si llega alguna mas y llegamos al número de 77 ejemplares que inverno el año pasado por aquí. Recuerdo que GRUEXTREMADURA organiza censo nacional, y el que primero de los dos días de censo es el 18 de diciembre. Si alguien está interesado en participar en Albacete que me lo diga, y pasamos una entretenida tarde de campo ese día.
Seguí mi camino, repasando los campos, un tanto helado a causa del fresco viento que se colaba por la ventanilla del coche. Alondras
y calandrias le ponían música al paisaje estepario en bandos que en algunos casos alcanzaban cifras de 4 dígitos. Algunas gangas ibéricas, otras pocas gangas ortegas, 5 sisones, palomas zuritas y varios grupo de avutardas (8+45+12+24) y un par de aguiluchos pálidos que recorrían incansables los linderos entre caminos y campos de cultivos en busca de alimento.
En Baños de San Jose pare un rato a ver si me entretenía con patejos, pero solo había azulones. Aun así me senté un rato en la orilla de la laguna, aprovechando que el sol ya estaba casi en todo lo alto, para coger temperatura. Esa sensación que se produce en el cuerpo al ser calentado por los rayos del sol tras pasar un buen rato helado mola mucho, ya lo sabéis. Si llega azul como un pitufo a Baños de San Jose, al poco tiempo me sentí naranja como Donald Trump, así que decidí pirarme no fuera que la transformación se completase. De ahí me fui para Chinchilla de Montearagon para ver si se veía alguno de los acentores alpinos que suelen pasar el invierno en el castillo. Y me costó sacarlos, pero al final aparecieron 3. Y antes de ellos un grupito de luganos mezclado con verdecillos. Una de las habituales collalbas negras andaba también por ahí.
Y ahí puse fin a la jornada, que no estuvo mal del todo.
Hasta otro rato, chau…
No hay comentarios:
Publicar un comentario