Buenas…
Botánicamente es un paraíso, con muchos endemismos interesantes resultado de tu tierra caliza y margas, por su carácter termófilo y precisamente por esa orientación y cercanía al levante que hace que este sea un camino de penetración de especies levantinas.
Pero como la botánica no se me da muy bien, ahí acabo el tema, y me centro en las aves, y sobre todo de las rapaces, para lo que las Hoces del Júcar es otro paraíso.
Como el agua que corre por su cauce, nosotros recorrimos la zona de oeste a este, dejándonos llevar por la carretera que va paralela al río.
No llevábamos idea de ver en nada concreto, simplemente ver aves, ir improvisando, aunque a algunos “vecinos conocidos” de la zona no nos iba a quedar más remedio que dedicarlos un momento.
Nada más empezar el recorrido paramos un momento a ver si una conocida pareja de perdiceras estaba incubando, y efectivamente eso estaba haciendo uno de los miembros de la pareja, así que no le dedicamos ni dos minutos, ver, y marcharnos para evitar cualquier molestia. Siguiendo el cauce del rio aguas abajo fuimos contemplando los bonitos meandros que forma el Júcar, pero sobre todo estábamos atentos al cielo, plagado de vencejos reales que habitan en varios sitios del trayecto, para mí, esta especie, una de las más espectaculares y desconocidas de nuestra ornitofauna.
A media mañana paramos a echar un bocado, algo de hambre había, y aprovechamos un recodo del rio desde que se observan las plataformas de un águila real. No pudimos ver ninguno de los miembros de la pareja, ni siquiera ver si estaban en alguna de las plataformas, la más usada en una cueva profunda que impide ver si hay alguien incubando a no ser que se mueva quien este dentro. Mientras almorzabamos estuvimos pendientes de si alguien sobrevolaba la zona, pero yo sobre todo de multitud de mariposas en frenética actividad sobre la florecida pradera sobre la que descansábamos. Solo pude fotografiar una chulísima mariposa macaón, y tras hacerlo nos fuimos, pero… justo entonces oímos un reclamo, y lo
tuvimos claro, un halcón peregrino. Le vimos picar, y rápidamente meterse en una cuevecilla diminuta, permaneció unos segundos a la entrada, y después desapareció. Y esto nos puso muy contentos, no sabíamos que haya habia peregrinos, especie que ha disminuido mucho en esta zona, famosa desde tiempos medievales precisamente por sus halcones. La gente habla que los búhos reales están detrás de esto, y no digo que no haya algo, pero deben ser mas cosas, como por ejemplo las tricomonas que hacen estragos en la zona, comprobado en reales y perdiceras que pierden pollos por esto casi todos los años, así que imagino que en una especie como el halcón, muy ornitófaga también hará estragos. Esto, molestias de ciertas actividades (escalda, quads, motos), productos fitosanitarios y demás estarán también detrás del declive de los halcones del Júcar. Contentos por encontrar a estos halcones, desconocidos para nosotros nos fuimos prosiguiendo nuestra ruta. Poco después, en lo alto de un cantil altísimo una figura destacaba. Prismáticos, otra perdicera controlando su territorio. Había gente por la zona, no quisimos saber más de ella, ahí
estaban, no queríamos provocar molestias ni que algún ojo indiscreto se percatara de lo que hacíamos y tuviera una mala ocurrencia. Seguimos, los vencejos reales seguían acompañando con fulgurantes pasadas nuestro trayecto, acompañados de vez en cuando de grajillas y chovas piquirrojas.
Llegamos a Alcalá del Júcar, sin lugar a dudas uno de los pueblos más bonitos de España. Y fuimos a visitar un momento otra conocida pareja de perdiceras. Debimos ver un relevo, los dos miembros de la pareja picando en su territorio, y de repente uno de ellos desaparece por los páramos de la cabecera de las Hoces, mientras el otro se mete en el nido. Así que de nuevo, tras comprobar en la lejanía que había incubación nos fuimos.
Comimos en un restaurante de Alcalá, y proseguimos ruta por el Tranco del Lobo, seguramente el mejor tramo del río en la provincia de Albacete. Y de ahí al Santuario de Villa de Ves, otro paraje digno de visita, espectacular, sobre el pantano del Molinar, algo afeado estas fechas por el bajo nivel de agua, pero de todas formas impresionante. Un lugar con historia, y donde disfrutar de lo lindo si te gustan las aves. Nada mas llegar una pareja de perdiceras apareciendo picando marcando su territorio, y como las que habíamos visto antes, una desapareció en busca de caza, y la otra se metió en el nido. Menudo sitio para criar, tranquilas en un brutalísimo paredón, inaccesible, puuuf, ¡¡¡que vistas tendrán
desde el!!!. Y lo mejor, detrás de ellas, apareció una pareja de halcones peregrinos.
Vaya día!!, llevábamos, 4 parejitas de perdicera, 2 de peregrino, águila real… Iniciamos la vuelta hacia Albacete ya por la Manchuela, aguilucho lagunero, cenizo, y cernícalos primilla por aquí y por allá. Paramos en alguna colonia conocida, comprobando que disminuía la población en alguna de ellas, en otras sin embargo parecía que la cosa iba bien, misterios…
Acabo así la jornada, y aprovecho la ocasión para anunciar que ACTIO Birding tiene programada una excursión por esta zona que guiara un servidor para el fin de semana del 23 y 24 de abril, os animo a apuntaros, vais a conocer una paraje espectacular, disfrutar de grandes y pequeñas rapaces (primillas, perdiceras, reales, peregrinos) y de otras aves (roquero solitario, collalba rubia, negra, abejarucos, etc).
Y esto es todo de momento. Chauu.
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