Muérdago

El muérdago es una planta que me mola, no sé si porque en Albacete no hay mucho, por todo los mitos que la rodean o vaya usted a

saber porque, pero MOOLA!!. La semana pasada en Segovia vi mucho muérdago, casi siempre sobre pino silvestre (Pinus silvestris), aunque también alguna sobre rebollo (Quercus pyrenaica). Es una planta hemiparasita, toma la sabia bruta (no la elaborada) del árbol al que parásita para conseguir nutrientes. No le hace falta más, tiene clorofila y puede hacer por su cuenta la fotosíntesis. El muérdago era sagrado para los antiguos druidas, servía para todo mal, ya fuera físico o mágico. No iban desencaminados se sabe que sirve para combatir la arteriosclerosis y la tensión arterial. Fue considerado símbolo de la paz, y utilizado como amuleto de protección, además de ser símbolo de masculinidad, en contraposición al acebo que lo es de lo femenino.

Según una antigua superstición, se colgaba sobre las cunas de los niños, para evitar que las hadas los robasen y los sustituyeran por otros. Hay leyendas que dicen que sus poderes mágicos provienen de que fue creado como un elemento que no era del cielo ni de la tierra, ya que sus raíces no tocan nunca la tierra, pero tampoco se sostiene por sí mismo en el aire. De ahí la costumbre de recogerlo sin permitir que caiga al suelo, y de colgarlo del techo. En la antigüedad existía al creencia de que besarse bajo un muérdago hacia durar el amor, o que naciera. Hoy en día aun perdura en algunos sitios la creencia de que besarse bajo esta planta hacer perdurar el amor eternamente.