Esta mañana me di una vuelta por las cercanías de Albacete, para tratar de localizar grupos de sisones en algunas zonas de regadío, que suelen usar para pasar el invierno.
Cero. Si el año pasado en esta zona localice dos centenares largos de sisones por estas mismas fechas, este año ni uno solo. Es cierto que hoy había mucho movimiento humano por el campo, fundamentalmente cazadores con sus perros que no dejaban tranquilos, en su particular “guerra” contra la naturaleza, a ningún bicho viviente. Quizás los sisones se han movido algo buscando alguna zona más tranquila, pero creo que le he pegado un buen repaso a la zona sin éxito.
Pero cada vez es más complicado encontrarse esos grandes grupos que antes eran muy abundantes, incluso grupos pequeños ya se antoja complicado y casi milagroso divisarlos. O nos
ponemos a protegerlos y a implementar medidas de conservación para esta y otras aves esteparias, o este grupo de aves, y el sisón primero, desaparecerán.
Vuelvo al asunto de los cazadores. Realmente hoy me he movido por el campo con miedo, escopetas por todos lados, cazadores aquí y allá, perros por todos lados. ¿Es justo que un solo colectivo limite el disfrute del campo de tanta y tanta gente?, ¿es ético que bien entrado ya el siglo XXI haya tanta gente disfrutando de la muerte de seres vivos, meramente por diversión?. Yo lo tengo muy claro, ¡NO!.
A media mañana el movimiento de cazadores por el campo ha cesado en gran medida, y he podido disfrutar algo de la jornada, bastante fructífera en cuanto a observación de rapaces. He podido ver al menos 5 ejemplares distintos de águila real, algunos me han ofrecido escenas realmente bonitas, como cortejos,
lances de caza, etc. También he podido ver 9 ejemplares de milano real, 6 de busardo ratonero, 3 aguiluchos laguneros, 3 aguiluchos pálidos, 1 águila calzada, 2 esmerejones, 4 cernícalos vulgares y 8 mochuelos.
En una zona donde suelo ver por estas fechas concentraciones de alcaraván dos grupos de esta especie, uno de 57 ejemplares y otro de 38. Avutardas poquitas, 27 ejemplares, cuando lo normal en esa zona es ver más de un centenar. Imagino que también las molestias de los cazadores habrán tenido que ver algo en esto.
Y además de esto, algún bando de gangas ibéricas, bandos enormes de calandrias y alondras, también de trigueros, lavanderas blancas buscando alimento en campos recién labrados, etc. Y acabo, hasta otro rato. Chauu
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