Este pasado fin de semana surgió la posibilidad de hacer uso de algún hide para fotografiar aves en Murcia, en concreto acuáticas y águila real, y para allá que nos fuimos. No soy yo mucho de hide. Eso de estar parado como que no va conmigo. Tampoco me mola lo de cebar aves, sobre todo rapaces, y con cebo vivo. Pero en este caso, las rapaces son cebadas con cebo muerto, y no con asiduidad (de hecho creo que recordar que la ultima vez hacia un par de meses o así). Así que por eso, porque me vendría bien para seguir dilucidando si me interesa pasarme a réflex en algún momento, y sobre todo por pasar el fin de semana entre amigos, no quedaba otra que pasar el fin de semana en la vecina Murcia, en concreto el centro de operaciones lo tuvimos en Puerto de Mazarrón.
El sábado toco madrugón para ir a Sierra Espuña, donde nos esperaban las reales. Pocos minutos después de entrar al hide, llego un
bonito macho y estuvo alimentándose durante cerca de media hora delante de nosotros con total tranquilidad. Lastima la poca luz, eran las 7 de la mañana, y de mi falta de pericia con la réflex, pero algo se consiguió sacar.
Lo más chulo fue que tuvimos al macho y a la hembra volando por la zona toda la mañana, y aunque no volvieron a bajar, ver el trasiego y notar su presencia molo mucho.
El domingo estuvimos en la Laguna de las Moreras, un pequeño paraíso para las malvasías, y para otras especies (vimos 3 cercetas pardillas). Pero no tuvimos tampoco demasiada suerte.
Las malvasías no se acercaron demasiado como suele ser habitual ahí, y la calidad de las fotos se resintió. También mi espalda, y casi todas mis articulaciones, mis 189 centímetros de estatura, la técnica (tumbing), y lo pequeño del hide, me dejaron baldado. Pero me lo pase muy bien disfrutando de las idas y venidas de las malvasías,
de los zampullines comunes, azulones, porrones comunes, galápagos leprosos, odonatos, y hasta algún avetorillo. En el tema réflex versus bridge, llegue a alguna conclusión. Una buena réflex solo le tiene que envidiar a un muy buen equipo réflex manejado por un fotógrafo que controle. Así que de momento, sin posibilidad de una buena inversión, seguiremos con la bridge, aunque intentare aprender, por si las moscas. Y no voy a hablar del tema peso y volumen, porque esta claro que para los que nos gusta andar y llevar prismaticos, el llevar unos kilos mas encima nos limita bastante.
No me queda otra que agradecer desde aquí a Juan Juan Sanchez Calventus y Juanjo Cárave Merino todas sus atenciones, infinitas, a Antonio Muñoz por dejarme su equipo, y sobre todo a Chelo Murcia que se preocupo por hacernos pasar un fin de semana muy bonito como así fue. Y por supuesto a mi colega de aventuras y aventurillas Rafa Martínez.
Hasta otro rato, chauu.
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